lunes, 2 de noviembre de 2015

Lo que hice esta tarde

            
Ayer, mientras hablaba con mi amiga Claudia, vi un chico muy guapo. Tenía ojos azules, muchos músculos y era moreno, sabía hacer muchos trucos en la pista de patinaje y. aunque se resbaló y cayó al suelo muchas veces, parecía que no paraba de intentarlo.
Mañana hemos quedado juntas para ir al Zara, la tienda que está al lado del Game, esa tienda donde van todos los frikis a comprar juegos. ¡Hablando de frikis!, ese chico que se sienta a tu lado es un poco aro y no para de hablar de juegos. Si yo fuera él, saldría un poco a la calle.
Me han dicho Sara y tu amiga que ya tienes novio, a ver si me lo presentas algún día. Un beso, Chochii.

*He escogido esta imagen porque es la cara que se me queda al ver cómo la gente pone apodos a los demás sin conocerlos. El cuadro es de Edvard Munch.
Carlos Pombo. 4º E

No rendirse nunca

       

   Recuerdo cuando hace treinta años estuve a punto de darme por vencida, a punto de renunciar a mi sueño. No fue una época fácil para mí, ya que cada vez me era más difícil compaginar el instituto y el conservatorio, el nivel de exigencia iba aumentando y yo sentía que no daba abasto. No fueron pocas las veces que me planteé dejar el conservatorio y abandonar mi sueño de ser guitarrista e impartir clases en mi propia academia. Menos mal que no me di por vencida. A día de hoy no podría decir exactamente qué fue lo que me hizo seguir adelante. Puede que fueran mis compañeras de conservatorio, a las que no podía ni pensar en dejar de ver cuatro días a la semana. Quizá fue mi padre, que desde siempre me ha enseñado a no rendirme, a ser perseverante y, sobre todo, a luchar por lo que quiero. A lo mejor fue la cara de ilusión de mi madre al verme tocar en las audiciones. Tal vez fuera que, en verdad, no me imagino mi día a día sin tocar la guitarra, ensayar con el piano o hacer algún ejercicio relacionado con música. Probablemente fue una mezcla de todo eso, aunque, fuera lo que fuera lo que hizo seguir adelante, doy gracias por ello. Si me hubiera rendido, ahora mismo no estaría dando clase en mi academia, ni tendría los maravillosos alumnos que tengo, ni estaría organizando el próximo festival de guitarra de este verano, que ya es casi una tradición en esta ciudad.

Iria Cousido 4º E

No todos los tíos somos iguales

       
 Estoy harto de que todas las pibas siempre piensen que todos los tíos somos iguales, y que vamos a lo que vamos. Pero parece ser que ninguna se ha parado a pensar en que tal vez existe un chico que sepa valorarlas, respetarlas, quererlas y, sobre todo, que no piensen que las vamos a utilizar, y en cuestión de días dejarlas para irnos con otras.
         Con esto quiero decir que sé de lo que hablo, porque a mí me ha pasado. Hace menos de un año conocí a una chica que se llama Marta; ella es la típica tía inteligente y maja, aunque pasa un poco de todo. Es una chavala bastante cariñosa. Puede sonar raro que un tío como yo describa así a una chica, pero ella es especial, consiguió que, en los dos meses de verano que estuve en el pueblo, tuviera más ganas de estar con ella que de jugar a la play con los colegas.
Yo no me daba cuenta de que me estaba pillando por Marta, pero mis chavales todo el rato me lo decían y me llamaban moñas, por no reconocerlo. Pero a mí me daba igual lo que me dijeran, yo solo quería aprovechar los días que me quedaban en el pueblo, para estar con ella.
         Ahora ya ha empezado el tuto, y sigo pensando lo mismo de aquella alocada chica. A día de hoy seguimos hablando, conociéndonos, y, aunque no nos vemos mucho, la tía me sigue molando mazo.  

Naiara Hidalgo 4ºE 

Orgullo y satisfacción, II


Muchas veces, los tíos se comportan de manera extraña ante un “no” cuando nos piden salir. Dependiendo de la forma de ser del tío al que le dices que no, se comporta de manera distinta, pero con la gran mayoría pasa lo mismo. Es verdad que también nosotras, sin querer, hacemos que el tío tenga que distanciarse, porque no he visto otra cosa igual, van de machotes y ante el rechazo se acobardan, o te ponen a parir entre sus amigos. Yo creo que no es necesario todo esto: si una tía te dice que no, no se refiere a que no quiera seguir teniendo una relación de amistad contigo, si no que no quiere ir más allá de esa relación. Algunos tíos escriben críticas sobre nosotras, que a veces no se entienden muy bien, pero tampoco hay que tomárselo a mal porque una mala crítica te hace mejor persona.
En este blog, he leído la redacción de un tío que nos clasifica y creo que es justo clasificarles a ellos también. A todos los ves venir, porque tendrán algunas virtudes, pero de lo que es el tema de discreción carecen totalmente. Uno de los grupos merece un poco la pena porque son los que, más o menos, buscan una relación seria, pero el problema de estos es que se achantan muy rápido; luego están los que solo quieren un rollito, pero, cuando les dices que no, te ponen a parir a tus espaldas; y luego están los capullos que solo cazan y encima, si les dices que no, los cabrones, aparte de meter mierda a tus espaldas, te hacen un “si te he visto no me acuerdo”.
Siempre suele escucharse de la bocas de los chicos que somos complicadas y difíciles de entender, como si nos pudieran manejar, pero lo que no saben ellos es que no hay por dónde pillarles porque siempre es blanco o es negro, es decir, o están en modo pasivo o se ponen borricos. ¿No pueden ser grises?
Ahora, saliendo del papel de la chica, lo que quiero decir con esta redacción, es que ni los chicos somos tan capullos, ni tan pasivos, ni tan borricos, ni tan cobardes, ni las chicas son todas iguales, ni piensan de la misma manera, e intentar saber cómo son las chicas y como son los chicos y comprenderlo, es muy difícil y más a nuestra edad. Dejémonos de preocupar por las chicas y las chicas por los chicos y centrémonos en el día a día, en el futuro y sobre todo, vivir y dejar vivir.


Daniel Muñoz. 4º E 

¿Qué veo desde mi ventana?


Hoy vengo a contaros lo que veo desde mi ventana, bueno, lo poco que veo, ya que mi ventana pilla haciendo esquina interior de varios edificios y además hay muchos árboles.
Desde mi ventana soy capaz de ver las ventanas de mis vecinos, el jardín comunitario y poco más, ya que los árboles del jardín me tapan toda la calle, pero aun así puedo ver la academia azul que hay debajo de mi casa, la farmacia y un bar.
Normalmente me suelen caer a la ventana pinzas y ropa de mis vecinos, también tiran colillas y otros objetos.
Soy capaz de ver también a todo el mundo que pase por mi ventana y, por desgracia, a escuchar a la gente que grita o que tiene la música muy alta.
No obstante, se puede ver parte de un parque, donde se suelen juntar muchos niños, la cocina de mi vecina e incluso una tienda de zapatos.
Siempre tengo la persiana bajada, por lo que nunca me fijo en lo que hay fuera porque, la verdad, me importa bastante poco ya que no hay nada de interés.

Eric Carrasco 4º B

El transcurso del tiempo


Lo sé, es irónico que yo, un chico de quince años, hable de este tema, ya que sería más lógico que lo hiciera otra persona de mayor edad. La verdad es que siempre me ha gustado darle uso a la cabeza, y es por eso que, al dedicarme a pensar, sobre todo me ha pasado con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que, aunque llevo relativamente poco tiempo de vida, me arrepiento de muchísimas cosas que he hecho (o no hice) y añoro miles de momentos de mi vida. Echo de menos muchos sucesos y sensaciones de mi infancia, y me entristece pensar que todas ellas simplemente han desaparecido de mi corazón, y son guardadas o más bien escondidas en mi mente.
               Desde mi punto de vista muchos de esos recuerdos que he vivido no deberían desaparecer, pero con el paso del tiempo será inevitable que se esfumen.
 Por otra parte tengo la sensación de que los recuerdos más importantes se conservarán y podré recordarlos con una sonrisa, pero también siento que aquellas sensaciones indescriptibles que todos vivimos (la sensación de aferrarte a una pierna de tu madre porque te hacía sentirte seguro y feliz, el cómo te sientes cuando estás cerca de una persona de la que te has enamorado, los momentos en los cuales no puedes parar de reírte estando con amigos, la ilusión con la que en tu más tierna infancia abrías tus regalos de cumpleaños o navidad...), aparte de ser efímeras, se van borrando poco a poco hasta que solo tenemos una vaga idea de cómo se sentían.
 También me entristece pensar en la enorme cantidad de recuerdos, ya sean buenos o malos, que a lo largo de mi vida he atesorado y olvidado. Si  soy sincero, tan solo me gustaría que, dentro de lo que me queda de vida, todos los recuerdos que viva permanezcan lo más vivos posible dentro de mi mente.

Iván García 4ºE

Graffiti


Hay graffiteros que pintan tan solo para pasar el rato, pero hay otros que lo hacen verdaderamente por gusto.
Banksy es uno de ellos. Tiene graffitis increíbles, por ejemplo el de un manifestante lanzando un ramo de flores.
Se podría decir que esta obra transmite la idea del uso de armas inesperadas. Es curioso, porque normalmente los manifestantes lanzan granadas o cualquier tipo de arma dañina, pero él lo hace con un ramo de flores. Creo que se gana más negociando con amabilidad que con maldad.
Una de sus obras más recientes, es la de una pareja ``abrazada´´ que, mientras están así, están mirando el móvil. Esta obra se llama Mobile Lovers. Realmente expresa lo que está pasando en nuestra sociedad: en vez de vivir el momento, estamos mirando una simple pantalla. Esto debería cambiar… si esto está sucediendo ahora, no quiero imaginar como será dentro de unos cincuenta años. La gente no se verá en persona, simplemente por el hecho de estar mirando una pantalla.
Banksy utiliza el hecho de hacer graffitis para comunicarse, y, la verdad, si te pones a mirar sus obras, lleva toda la razón. Es muy valiente al hacer lo que hace y mostrarlo en medio de las ciudades.
El graffiti es un arte, expresas lo que sientes, lo que quieres, como quieres. No entiendo por qué en algunos sitios en ilegal hacerlo  otras cosas peores no lo son.

                                                                  Sara León 4ºE