lunes, 19 de octubre de 2015

La ventana de mi habitación


Estaba yo en mi habitación, intentando inspirarme para escribir un poema, y de repente la habitación se quedó totalmente a oscuras. Encendí la lamparita pequeña porque la luz de la habitación se había fundido y la ventana se había cerrado. Vi lo que dejó la habitación a oscuras, era una cosa grande y viscosa de un color azul marino. Empecé a tener miedo , e intenté salir pero la puerta no se abría, estaba atascada; entonces me entró la curiosidad y toqué la cosa viscosa que estaba expandiéndose y entrando en mi habitación. Esta me absorbió la mano, así hasta absorberme todo el cuerpo; cerré los ojos por miedo a saber qué me estaba ocurriendo, y , cuando los abrí, pensando que todo había vuelto a la normalidad, lo que vi era increíble. Estaba sentada en medio de un valle lleno de flores, se podía ver desde allí un río , y a lo lejos un montón de montañas muy frondosas. Cuando  bajé la vista vi que justo a mi lado estaban, preparados para que yo empezase a escribir, una pluma y un cuaderno de hojas blancas. Después de haber asimilado todo, empecé a escribir, tantas poesías que la mano me ardía, y vi que cerca de mi había un charco muy parecido a la cosa viscosa de mi habitación. Me sumergí en él y volví a mi habitación. Todo había vuelto a la normalidad, la puerta se desenganchó y mis padres volvieron. Pensé que todo había sido un sueño, aunque no había sido así: la cosa viscosa hizo que no recordase todo con claridad y lo fui olvidando con el tiempo.

Andrea Muñoz. 4ºB

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